Un día te despertaras y notaras que ya tu sangre no es como debería ser pero no te sentirás frustrado, no, al contrario, te dirás que solo es un mal sueño y volverás a entregarte a la enredadera que llamas cama, la jungla por la que ha pasado su frialdad, dulzura y locura.
Alguna vez seco tus lágrimas y te cubrió con retazos de alma contagiándote así de la luminosidad que solo ella podía emitir y, al mismo tiempo, la frialdad que ella conocía por amor. Pero hoy, en dónde quedo todo aquello por lo que ambos reían; la perdida jamas dada por vencida esta por culminar con tu respiración porque ya no ves con claridad, la ceguera artificial ha cesado y la realidad te contrae las pupilas.
Te pones de pie, si ¿Y ahora que harás? De seguro trataras de zafarte de lo que te ata a su recuerdo pero sabes que esta allí, mirándote. Sabe que cada paso que das es un millón de años distante y cada letra que posees, una eternidad errante de discordias y conflictos con ella.
¿Por que todavía no has ido a buscarla? ¿Acaso te aterra el hecho de saber que vives gracias a ella y mueres por ella? Muy cobarde de tu parte. Muy débil, sutil.
Una laguna no debe ser mayor a treinta metros de largo; irónico es el hecho de que no quieras cruzarlo. Es mas cercano al borde del delirio pero quien no se animaría a atraparla cuando lo único que le queda eres tu. No sientas culpa cuando lo hagan a tus espaldas, no se dará tan fácilmente. Ladrón sera aquel que jamas de ni una migaja de lo que tu diste y logre apoderarse de lo que alguna vez fueron sus palabras mas dulces, su veneno mas codiciado. Tampoco harás nada por impedirlo.
Hubo un tiempo en que el agua cubría totalmente la distancia, los extremos eran tan cercanos entre si y un bloque, tan pesado como la carga que llevas hoy, hacia de su fortaleza una mina.
21.3.10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario